Por: Eddie J. Ruiz
¿Recuerda usted, la cantidad de “PLANES” que el gobierno dijo que estarían disponibles en caso de que el huracán María pasara por PR? ¿Recuerda usted cuantas semanas transcurrieron para que llegara el auxilio federal? ¿vio usted al gobernador, a los jefes de agencia junto a FEMA, trabajando en la ayuda directa a cada municipio? ¿Recuerda usted haber escuchado las quejas de los alcaldes del área oeste, para que bajaran las ayudas de San Juan? ¿Se pasó hambre? ¿sed? ¿Acaso tuvo la oportunidad de escuchar por este medio, que el Cuerpo de Ingenieros había contratado a varias empresas americanas para que trajeran 55,000 postes y miles de millas en cables, para así reparar el sistema eléctrico del país? ¿Ya los pusieron todos o fue que calcularon mal?
Oiga, esto ha sido un camino escabroso; camino que al día de hoy, aún sufrimos. Estas son solo algunas de las cosas que hemos vivido por los pasados 71 días. Mucho de lo que hemos logrado, ha sido producto de nuestro empuje, sacrificio y amor patrio. Otras, sencillamente demuestran el gran corazón y solidaridad con nuestros semejantes.
Cuando escucho noticias como las que reseñamos ayer, sobre el alcalde de San Sebastián, en donde tomó en sus manos la responsabilidad de energizar su pueblo, más que terror por el peligro inminente que esto implica; me produce incomodidad por la impotencia y desesperación que han de sentir todos los ciudadanos que carecen de sus servicios esenciales.
Evidentemente estas acciones demuestran, el estado en que se encuentra nuestras comunidades y la manera que el gobierno atiende sus prioridades. Mientras tanto, continuarán los ciudadanos sobreviviendo a ciegas sin dejar de pensar en el mañana.
Bien lo escribió Gabriel García Márquez (El Gabo) en su novela: El Coronel no tiene quien le escriba
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”
Nosotros los Puertorriqueños sobrevivimos a invasiones, a guerras sin sentido, sobrevivimos al hambre y a la miseria, a la oscuridad y a las plagas criadas entre escombros. Nosotros sobrevivimos a un gobierno distraído y sobreviviremos a un congreso que poco o nada le importa nuestro desarrollo económico y social.
Pienso que, aunque mucho nos falte por recorrer, más nos es necesario luchar por el bienestar de nuestras futuras generaciones.
