22 de octubre de 2018
Por: Eddie Javier Ruiz Cordero
Desde sus comienzos, La Junta de Supervisión Fiscal, establecida a raíz de la implementación de la Ley PROMESA en la isla, ha apuntado a la principal institución educativa post secundaria del país, como objetivo, para bajar la deuda pública respondiendo a los intereses de aquellos que en el pasado invirtieron la isla.
Es de todos conocido que la Universidad de Puerto Rico, a través de los años, se ha visto involucrada en un sinnúmero de manifestaciones que han trascendido el aula, y puesto en manifiesto no solo su fragilidad administrativa, sino también, su vulnerabilidad económica para mantener su operación como hasta el día de hoy lo han hecho, y es que los cambios que se prevén para esta entidad del gobierno, aunque ambiciosa, parecen ser inminentes.
Si bien es cierto que en Puerto Rico hay cada vez menos estudiantes, también lo es el hecho de que muchas ofertas académicas ya no justifiquen su existencia, así tampoco sus facilidades. Demás está decir que todas las universidades del país han visto mermar considerablemente sus ingresos por la falta de estudiantes; y diría yo, que es por cuadro desolador de desarrollo económico que enfrenta PR. El incremento de ofrecimientos académicos de corta duración, sumado a la escaza oferta de empleos de alta remuneración en la isla, ha provocado este descenso en la producción de capital humano, capaz de tomar las riendas del país.
No podemos sacar de la fórmula el punto más neurálgico, dentro del proceso de reestructuración de la Universidad de Puerto Rico y el plan propuesto para ella, en la que refleja que más del 70% de los ingresos de la UPR, provienen de los fondos que les da el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, aunando así a la vulnerabilidad operacional en la que se encuentra sumida esta antigua institución.
Según la Junta de Supervisión Fiscal en su propuesto plan, se “exigen cambios inmediatos significativos” en el modelo operacional de la institución. Por lo que a palabras del presidente de la Junta de Gobierno de la UPR, según citado en este informe de la (FOMB), esta es una oportunidad para construir “una institución más eficiente y menos burocrática”.
Las reformas propuestas a la UPR persiguen mejorar las operaciones y aumentar los ingresos, manteniendo la capacidad de todos los estudiantes para acceder y beneficiarse de un sistema universitario mejorado. Para ello la JSF propone dos importantes puntos:
- Devolver el sistema a un modelo de “centro de tres campus”, reduciendo en aproximadamente el 10% en el desembolso total de operaciones para el año fiscal 2023 que se lograrán consolidando programas y servicios
- Mejorar los ingresos mediante la implementación de una política de becas basadas en la necesidad, junto con aumentos en el costo por crédito y las tarifas relacionadas. Con este programa revisado de becas de la UPR, se espera garantizar que todos los estudiantes con necesidad probada, puedan cubrir el costo de la matrícula y los aranceles obligatorios con fondos de becas federales, y asegura que los estudiantes más necesitados puedan aprovechar una parte de su premio federal para cubrir otros costos de asistencia.
Este plan propuesto por la Junta de Supervisión Fiscal está “calientito”, y aunque el mismo es mucho más abarcador de lo aquí presentado, a mi entender denota cierto reconocimiento sobre la importancia de esta institución pública, para el futuro de PR. La UPR se ha caracterizado por la calidad de estudiantado que egresa y que es reclutado tanto por empresas extranjeras en Puerto Rico como en los Estados Unidos territorial.
Recordemos que mucho se ha hablado de la retención de profesionales en la isla, pero poco se ha logrado en este aspecto. “La bola de nieve está demasiado grande como para detenerla”. Solo nos resta esperar a que se decrete finalmente, qué es lo que pasará con el sistema de la UPR y ver como el pueblo, la facultad, la junta de gobierno de la universidad y más importante, los estudiantes, tomen la noticia. Es importante resaltar que tomar en consideración los aspectos del mercado así también como la eficacia operacional de la UPR, es responsabilidad de todos en la universidad. Les aseguro, que el gobierno y la Junta, se enfrentarán a muchos en su lucha, desde sus trincheras.
