Como es de conocimiento general, este año en Puerto Rico hemos comenzado con el pie izquierdo en cuanto a seguridad pública se refiere. Y es que la cifra de asesinatos se ha disparado de manera descomunal sumado a la ya conocida crisis dentro de la policía de Puerto Rico, en donde la falta de equipos, cierre de cuarteles, pago honroso a la fuerza policial y sobretodo, a la falta de agentes del orden público, han convertido a nuestra tierra en un lugar poco atractivo para convivir.
Con este hecho no pretendemos minar las virtudes que tiene nuestra isla, sino que, como pueblo, debemos procurar atacar aquellos problemas sociales que afectan la sana convivencia en nuestro amado Borinquen.
A esos efectos, ayer el Gobierno de Ricardo Roselló convocó a una Cumbre de Seguridad en la que pretendía hacer un frente común para atacar el problema de seguridad en la isla. A todas luces, pareciera ser un acto de reconocimiento de su impotencia e incapacidad para poder atacar el problema de raíz, lo cual de por sí no podemos decir que sea negativo. Sin embargo, lo que allí se discutió, debe implementarse de manera estructurada, tomando en cuenta todos los recursos, tanto estatales como federales.
Y es que en el momento en que el Gobernador Ricardo Roselló convocó para esta “cumbre de seguridad” la delegación del Partido Popular Democrático de Puerto Rico de la Cámara de Representantes presentó mediante ponencia del Representante Rafael (Tatito) Hernández, una serie de ideas para la solución de este grave problema de seguridad pública que tiene el país.
Para ello, la delegación esbozó una serie de recomendaciones para atajar el grave problema que enfrenta el país tomando en consideración en su esencia, las necesidades del pueblo puertorriqueño. Entre los acuerdos llevados a cabo por esta delegación orientaron en su esencia, que el gobernador debe mejorar sus relaciones con los alcaldes, comenzando con darle audiencia para poder unir esfuerzos efectivamente. De esta manera equiparía a nivel técnico, académico y operacional, a los policías municipales con los agentes estatales. Dicho de otro modo, recomiendan incluir a las policías municipales en la Reforma Federal de la Policía, elevando al cuerpo municipal al nivel del estatal, en su aspecto profesional, táctico y equipo, con recursos del Programa Federal de Área de Alta Incidencia de Tráfico de Drogas, mejor conocida por sus siglas en inglés de (HIDTA). En esa misma línea, adujeron a la creación de un grupo de trabajo con recursos integrados: recursos de agencias federales y estatales para romperle el espinazo a las organizaciones criminales en la Isla
En la ponencia, el Rep. Rafael (tatito) Hernández, fue enfático al señalar que el nombre no hace la cosa. En otras palabras, al gobierno convocar a una cumbre de seguridad, reconoce que está en emergencia, por lo que recomendaron que así sea Declarado a Puerto Rico, en un Estado de Emergencia, con todo aquello a lo que supone esta declaración.
En fin, es de suma importancia que reconozcamos que el problema de seguridad en Puerto Rico tiene dos aspectos, la operación de la Policía en cumplimiento con la Reforma y la narco guerra que se está desatando en nuestras calles. Así las cosas, el mismo debe ser atacado de raíz y como un solo pueblo. Seguir estas recomendaciones no sólo fomentaría una ofensiva inmediata al grave problema de seguridad pública en la isla, sino también surtiría un efecto a largo plazo en la implementación de nuevos y más sólidos programas de seguridad para Puerto Rico.
